La pregunta de esta madre era… ¿Debo
esforzarme para lograr que mi hijo de 4 años aprenda a leer?, he leído que es
posible que los niños de esa edad puedan hacerlo.
La respuesta del Dr. Dobson fue: “Si
su niño es particularmente inteligente y puede aprender a leer sin sentirse
presionado, podría ser ventajoso” (extraído de Dr. James Dobson - “Criando niños”, vol.3)
Soy particularmente admiradora de
este escritor, por sus buenos consejos y su base cristiana; sus conocimientos y
su fe son la mezcla adecuada para tomar en cuenta cada párrafo de sus libros.
Es normal que como padres deseemos,
no sólo lo mejor para nuestros hijos, sino también, que sean los mejores en
todo; el detalle está en aprovechar la curiosidad de nuestros hijos en cada
momento.
Debo confesar que cuando Romina
era bebé, deseaba enseñarle de todo para que fuera “muy inteligente”. Sin
embargo al leer este libro puse freno a mis instintos y decidí abrir bien los
ojos y ver sus necesidades.
Somos las primeras y únicas
maestras de nuestros hijos, y esto es para toda la vida, pues te recuerdo que
aún cuando se vayan de casa, recibiremos sus llamadas.
Podemos desear enseñar todo, pero
lo que ellos necesitan de nosotras es la base, lo fundamental, para que sean seres
humanos correctos y dignos de imitar.
1.- Amor y Disciplina:
“Te
amo más de lo que puedes imaginar, doy gracias a Dios por permitirme criarte.
Porque te amo debo enseñarte a obedecer, para protegerte de cosas que pueden
hacerte daño”- Es fundamental que
nuestros hijos sepan y sientan que los amamos y que las reglas existen por
amor. En este tiempo, es bastante normal ver cómo los hijos manipulan a sus padres
al punto de lograr que sean éstos quienes obedezcan a sus hijos.
A todos los niños les cuesta
obedecer, eso no significa que deban dejar de hacerlo…después de un tiempo de perseverante
“amor y disciplina”, me complace ver a
Romina pedir perdón por su desobediencia y no poder seguir sus actividades sin
antes conseguir un “te perdono” de
nuestra parte.
2.- Rutina y hábitos:
Me encanta ver a Romina disfrutar
de sus libros, ella siempre quiere que le lea un cuento, algunas veces logra que
lo haga durante el día, pero, antes de dormir es el momento en el que no puedo
escapar de ese pedido. De la misma manera, es con su hora de acostarse, cuando
ella ve que comienza a oscurecer (6 p.m. en mi ciudad) reniega diciendo “¡Mamá no quiero dormir!”… Pero ella, ya
lo sabe…debe ir a la cama. También sabe que no cambiaré de opinión y aunque un
poco molesta, sigue su rutina de memoria… y adivinen qué, cuando ella está en
la cama, puedo disfrutar de un buen baño y de un relajante momento sólo para
mí.
3.- Trabajo y juego:
Muchas veces, cuando miramos lo pequeños que son nuestros hijos, no pensamos en trabajo (responsabilidades), es obvio que pensamos en juegos. Muchos comerciales en la televisión repiten al cansancio el derecho que tienen los niños a jugar, sin embargo, darles responsabilidades es algo que no podemos dejar de lado.
Muchas veces, cuando miramos lo pequeños que son nuestros hijos, no pensamos en trabajo (responsabilidades), es obvio que pensamos en juegos. Muchos comerciales en la televisión repiten al cansancio el derecho que tienen los niños a jugar, sin embargo, darles responsabilidades es algo que no podemos dejar de lado.
Teniendo en cuenta la edad y capacidad
de cada niño, ellos pueden realizar ciertas “labores” en la casa que les hagan
sentir parte de la familia y los ayuden a recordar la importancia de contar y
cumplir con las responsabilidades, esto lo necesitarán por el resto de sus
vidas.
Cuando yo decía que Romina no
cumplió con su tarea, mi mama se reía diciendo: “Cómo una niña de 1 añito va a
tener responsabilidades”…pero, la tarea de Romina era guardar sus juguetes y
también colocar su ropa sucia en el cesto que yo le había enseñado. Podía
hacerlo, así que debía hacerlo. Ella recién había aprendido a caminar, así que era
gracioso verla juntando sus cosas.
4.- Premios y castigos:
Si nuestros hijos saben que los amamos y saben también que tienen reglas establecidas en casa, la teoría de causa y efecto será mejor comprendida con una buena estimulación. Recuerda no castigar a tu hijo por algo que no le explicaste que es malo, pero sí puedes usar aquellas gollerías para premiar su obediencia. Al menos con Romina ha funcionado.
Si nuestros hijos saben que los amamos y saben también que tienen reglas establecidas en casa, la teoría de causa y efecto será mejor comprendida con una buena estimulación. Recuerda no castigar a tu hijo por algo que no le explicaste que es malo, pero sí puedes usar aquellas gollerías para premiar su obediencia. Al menos con Romina ha funcionado.
Al comienzo, ella sólo comía
dulces en fiestas de cumpleaños, pero conforme iba creciendo, la demanda de
dulces en casa iba aumentando, así que decidimos hacer algo más productivo. Las
golosinas son a lo que ella llama “premio”.
5.- Se predica con el ejemplo:
Lo primero que aprenderán los niños son las conductas que pueden observar, así que lo aprenderán de sus padres, ellos enfrentarán la vida tal como la enfrenamos nosotros.
Lo primero que aprenderán los niños son las conductas que pueden observar, así que lo aprenderán de sus padres, ellos enfrentarán la vida tal como la enfrenamos nosotros.
Lo primero que hago cuando llego
a casa es quitarme los zapatos y al final del día reniego por todos los zapatos
que debo recoger. Un día, regañé a Romina por andar dejando sus zapatos en
media sala…ella me respondió con un inocente: “Mamá, tú también dejas tus zapatos, ¿Papito te va a castigar?”…Desde
ese día tengo más cuidado con las cosas que le corrijo.
Este pequeño video, muestra un
logro al que no le pusimos mucha atención…pero de pronto nos dimos cuenta que Romina
había aprendido de aquello con lo que habíamos estado jugando.
Lindo video, grandes progresos...muy buen post, felicidades.
ResponderEliminarGracias! realmente me hace feliz verla asi a sus dos años.
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