martes, 5 de mayo de 2015

SIN ELLA!

Yo bajé rápidamente para recogerla (no sé porqué estaba tan apurada), ella estaba parada en una fila de niñas esperando por mí tras cruzar un callejón con escaleras. La tomé de la mano y salimos. La tenía ahí, un paso frente a mí, tomaba su mochila, se veía linda con su uniforme verde con pliegues. Al llegar a la puerta, una multitud de gente me desconcentró, traté de agarrarla pero ella no volteó, seguía de frente, intenté tomarla pero fue inútil, el toparme con tanta gente lo hacía más difícil. Un segundo después ya no estaba, corrí pero no la encontré.
Desperté con el terrible dolor de perderla para siempre, me levanté de la cama con el temor de no encontrarla, pero ella estaba ahí, y yo pude disfrutar sus sueños…por un minuto. Sí, sólo un minuto, porque quedarme más tiempo podría matar mi mañana de actividades a su lado, y es que no hay suficiente café que te levante para disfrutar de tu día agitado con ellos (los hijos) de la mano…tras una mala noche.